Ingenuidad pensabas de mí
cuando todo todo te di,
ingenuidad porque te creí
lo que quisiste yo fui.
Fui tu cura, fui tu remedio,
como una pluma en el viento,
flotaba según tu aliento,
flotaba según tu aliento,
según tu respiración.
Daba mi vida por ti y eso me hacía feliz,
porque todo lo que te daba era verdadero amor.
Ingenuidad no era que yo creyera todo aquello que hiciste y dijiste,
ingenuidad era que tú mintieras tanto
porque a la vuelta perdiste.
Ingenuidad no era que yo te amara
y que te diera mi vida, sin medida.
Ingenuidad era que tú pensaras
que con falsas promesas me quedaría.
Sin preguntas todo te di,
cada beso fue para ti,
no había duda en mi pensamiento,
contigo iría hasta el fin.
Mi cariño fue tan sincero
que me creí todo el juego
y de eso no me arrepiento,
mi corazón es así,
pero tú cambiaste las cosas,
se marchitaron las rosas,
dejaste ver el engaño,
dejaste ver el engaño,
y ahora lloras por mí.
Te di mis manos como un niño,
que simplemente da cariño,
yo te entregué mis deseos,
mis sueños y hasta mis miedos.
Haber creído que me amabas,
no fue tan cruel como pensaba.
Ingenuidad fue mentirme,
pues tu crueldad te castiga,
ya nunca más regresaré.
Yo sólo daba la verdad y tú, mentiras.
Toda mi vida te entregué
y no supiste para qué.
Siempre cumplí lo que juré, tú no cumplías. Ingenuidad no fue creer,
tu engaño fue,
la ingenuidad.