CONCÉDEME DIOS MIO

Concédeme Dios mío que, mientras voy subiendo la cuesta de mi vida, pueda sin interrupción, enjugar todas las lágrimas que encuentre, endulzar todas las amarguras y sinsabores, suavizar todas las asperezas y echar un poco de bálsamo en todas las heridas.

Haz que pueda hacer sonreír a todos los tristes y angustiados; dar serenidad a todos los atribulados, unir todos los corazones distanciados, y apaciguar todos los enconos y violencias.

Haz que pueda dar siquiera un poco de pan a todos los hambrientos que me pidan, un vaso de agua a todos los sedientos; un retazo de lienzo a todos los desnudos y un albergue en mi alma, siquiera a todos lo peregrinos.

Confiar.. ¿En quién?

La confianza es algo tan relativo, no sabemos nunca realmente en quién la podemos depositar. La verdad hay tantas personas que dicen ser tus amigos en los buenos momentos, pero en los malos salen huyendo, o peor, ayudan a que la pases peor. Y es que la falta de confianza se deriva de la falta de sinceridad de las personas.. Hoy en día la palabra "amigo" tiene un gran significado, me atrevo a decir que más que antes, porque los verdaderos en quienes podemos "confiar" son raros y contados.

A pesar de todo, nunca hay que dejar de confiar en que los verdaderos amigos existen porque así es. ¿Cuándo nos damos cuenta de quién es quién?.. En los momentos más dificiles de nuestras vidas desgraciadamente es que descubrimos los verdaderos amigos que tenemos, y así mismo, a aquellos que solo estaban con nosotros por algún interés especial. Definitivamente el ser humano debe de pasar por momentos de dolor para salir adelante, abrir los ojos y ver la realidad. Si nuestra vida fuera solo de momentos felices sería una hipocresía total, nunca nos podríamos dar cuenta de los verdaderos sentimientos que tienen hacia nosotros los demás.

Hace un par de días, pasé por un momento dificil, me sentía muy triste.. Sin embargo ahí estaban mis amistades verdaderas.. Ahora pocas, antes pensaba que eran muchas.. Pero estuvieron junto a mi, dandome su hombro, dejando de hacer quizas cosas importantes que tenían en sus agendas, por estar conmigo. Ese es el amigo verdadero, aquel que viene a tí sin esperar nada a cambio, aquel que no condiciona su amistad y te acepta y quiere tal como eres. Si en algún momento nos hemos llevado la decepción de darnos cuenta que aquella persona que nosotros pensabamos que era nuestro "amigo" realmente nunca lo fue, debemos darle gracias a Dios por quitarnos la benda de los ojos, porque quizas por mucho tiempo permanecimos engañados y ahora podemos ver con claridad y distinguir entre lo negro y lo blanco.

Gracias a Dios por los amigos que tengo, porque me quieren sin ningún interés y me ofrecen su apoyo y sinceridad en momentos buenos y malos. Existe una frase que dice que los amigos son angeles que nos ayudan a alzar el vuelo cuando nuestras alas han olvidado cómo hacerlo.. Y es verdad, si queres ver a tu angel, mira al amigo sincero que tenes al lado, ese es él.

Hambre Física vs Hambre Espiritual

En este mundo en que cada día vivimos más apurados y estresados por todas aquellas cargas que tenemos encima, por todas aquellas presiones a las que por nuestra propia voluntad nos sometemos.. En este mundo en que cada día más la tecnología avanza y nos somete a ella, dejando muchas veces atras aquello que haciamos con significado sentimental y reemplazandolo por lo que nos sale mas facil y rapido..

Mientras existen personas que escogen de un fino menú en un restaurante de cinco estrellas el plato más exquisito y caro que puedan encontrar... Alimentando su "Hambre" Física y hasta su ego, dejando su hambre espiritual en ultimo lugar, existen tantos otros en condiciones deplorables de miseria, sin un pan que comer, pasando por enfermedades que atacan su debil sistema inmunológico, muriendo cada dia, de frio, olvido y soledad.

No puede ser posible que exista en nuestro mundo tanta indiferencia ante las situaciones por las que pasan personas que tienen iguales necesidades que las nuestras, pues son humanos también. Mientras muchos sacian su hambre física, no existen tantas personas que busquen saciar su hambre espiritual ayudando a los demás.

Que lindo sería que utilizaramos tanto avanze tecnológico y científico, así como nuestro propio éxito para ayudar a quienes más lo necesitan, a aquellos niños desamparados sin techo, sin ropa, sin comida, sin medicina.. A aquel enfermo que pasa días en un hospital público esperando ser atendido, sin dinero para pagar sus medicamentos y sin amigos ni familia que lo apoyen.. A aquel anciano que esta destinado a pasar sus ultimos años de vida en un asilo, muchas veces maltratado por quienes ganan un salario por cuidarlo de mala manera, rodeado de tristeza, de vacío, de soledad y de ingratitud por parte de aquellos que le sacaron las arrugas de su cuerpo.. A aquel ser humano, hombre o mujer, que se encuentra encerrado en una celda fria y oscura, sin poder gozar de la libertad que todos tenemos, necesitado de tanto amor, de tanta ayuda física, emocional y espiritual.

Debemos aprender a saciar no solo nuestra hambre física, sino también el hambre que nuestra alma tiene por hacer el bien. Este mundo no necesita ya de tantas invenciones nuevas, ni de interferir los planes que Dios tiene para cada uno de nosotros eligiendo hasta el color de piel, pelo y ojos de nuestros hijos...

Es tiempo de cambiar, dejar el egoismo atras y por un momento pensar en los que nos rodean.. ¿Qué sabemos de las personas con las que diariamente convivimos?... Quizas ellos tienen problemas en los cuales podemos ayudarles, y si no contaramos con los medios para hacerlo, quizas con unas palabras de aliento y una sonrisa cambiariamos su negatividad en esperanza.

Talvez aunque por hoy nosotros no pudieramos comer el plato de comida que teníamos pensado almorzar y se lo llevaramos a una de las personas anteriormente mencionadas, quedaríamos saciados interiormente y habríamos saciado el hambre física y espiritual de nuestro hermano.